Mantis religiosa cazando de noche en las estribaciones hoyenses del arroyo Peregrinos
La Mantis religiosa[1][2][3], o sencillamente mantis, una de las poquísimas especies donde la denominación científica es la misma que su más popular apelativo, pertenece a la familia Mantodea[4], género Mantis[5]. También denominada como mantis europea o mantis europea común.
Muy conocida, tanto por su difusión como por su único aspecto y, sobre todo, por su ausencia de miedo al ser humano, en el mundo hispano recibe multitud de nombres: santateresa, santateresas, teresa, mecedora, tatadiós, matacaballo, mamboretás, armacaballo, rezadoras, campamochas...
Descripción[]
De gran tamaño, la especie tiene un pronunciado dimorfismo sexual: las hembras pueden llegar a medir más de 12 centímetros, con 8 segmentos abdominales, y los machos en torno a los 8, con sólo 6. Poseen unas alas coloreadas que les permiten un vuelo rápido, produciendo un característico zumbido. Tienen un cuello (pronoto) muy alargado y la cabeza posee una movilidad de 180 grados, con dos grandes ojos dotados de una visión excepcional y largas antenas.
Las patas delanteras, además de poderlas usar para marchar o apoyarse, tienen la manipulación como función principal: muy desarrolladas y con pinchos curvados, en reposo o espera están dobladas en una posición que recuerda a la del rezo. Potentes y extraordinariamente rápidas, con ellas atrapa a sus presas, sujetándolas mientras las devora vivas.
Alimentación[]
Practica principalmente la caza al acecho, permaneciendo inmóvil a la espera de que una presa se acerque.
También puede desplazarse a las zonas donde acuden sus presas (por ejemplo, al anochecer, a las farolas) e incluso volar para realizar una caza activa.
Su ataque es tan rápido que puede pasar inadvertido a la vista, siendo capaces de atrapar insectos en vuelo.
Entre sus presas, además de casi cualquier insecto, también se cuentan ranas, lagartijas, polillas y pequeños ratones. La especie americana llega a cazar colibríes.
Etología[]
Llevan una vida solitaria que solamente se interrumpe durante el celo, cuando los machos se encuentran y pueden llegar a enfrentarse en busca de hembras, que suelen permanecer alejadas por territoriales. Aproximadamente una cuarta parte de los machos son devorados por su pareja durante la cópula, o inmediatamente después de ésta. La hembra realiza la puesta en otoño, dispuestos los huevos en ootecas con unos 200 o 300 ejemplares que eclosionan en primavera: los recién nacidos, antes de separarse, llegan a practicar el canibalismo.
Como se ha mencionado por su comportamiento y aspecto, en muchas personas despierta desde prevención hasta miedo: cuando se ven amenazadas pueden volverse y amenazar a su perseguidor, extendiendo sus patas delanteras así como sus alas, provistas de ocelos, de manera espectacular.
Sin embargo nada de ello está justificado pues no es ni peligrosa ni venenosa: todo lo contrario, al devorar gran cantidad de insectos es muy beneficiosa para el ser humano.
En Hoyo de Manzanares está presente en todo el término municipal, así como en su sierra homónima.
Referencias[]
- ↑ "Mantis religiosa". Wikipedia en español. Consultado el 4 de octubre de 2018.
- ↑ "Mantis religiosa". Saxifraga foundation: Images of European biodiversity. Consultado el 4 de octubre de 2018.
- ↑ "Mantis religiosa". Astur Natura. Consultado el 4 de octubre de 2018.
- ↑ "Mantidae". Wikipedia en español. Consultado el 21 de octubre de 2021.
- ↑ "Mantodea". Wikipedia en español. Consultado el 21 de octubre de 2021.